Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,40-45): En aquel tiempo, se acerca a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:«Si quieres, puedes limpiarme».Compadecido, extendió la mano y lo tocó diciendo:«Quiero: queda limpio».La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio.Él lo despidió, encargándole severamente:«No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a…Continuar leyendo... Si quieres, puedes limpiarme: Una llamada a la humildad y la fe
Lectura del santo Evangelio según san Juan (1,29-34): Al día siguiente, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: «Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: «Trás de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes…Continuar leyendo... El Cordero de Dios: Una llamada al testimonio y servicio
Lectura del santo evangelio según san Juan (1,19-28): Éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan a que le preguntaran: «¿Tú quién eres?»Él confesó sin reservas: «Yo no soy el Mesías.»Le preguntaron: «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?»Él dijo: «No lo soy.»«¿Eres tú el Profeta?»Respondió: «No.»Y le…Continuar leyendo... El Testimonio de Juan: Humildad y Servicio en la Vida Cristiana
Comienzo del santo evangelio según san Juan (1,1-18): En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se…Continuar leyendo... En el principio era el Verbo: Reflexión para el alma y la comunidad
En esta reflexión sobre el Evangelio de Lucas (18,35-43), exploramos la fe del ciego Bartimeo, quien, a pesar de su ceguera, clamó con valentía al Señor y recuperó la vista. Descubre cómo esta historia nos inspira a vivir con una fe activa, a escuchar la voz de Dios en medio del ruido cotidiano, y a pedir con confianza, sabiendo que Jesús escucha nuestro clamor. Aprende a aplicar estos principios en tu vida diaria, en tu comunidad y en tu servicio en movimientos apostólicos. Una invitación a abrir los ojos y ver con el corazón….Continuar leyendo... La Fe que Nos Abre los Ojos: Una Reflexión sobre Lucas 18,35-43